Todos nos esforzamos por lograr la excelencia cuando gestionamos un proyecto de traducción, pero la cruda realidad es que los errores forman parte del proceso y, por mucho que lo intentemos, los errores de traducción se cuelan, y se colarán, en el contenido.
Tanto la traducción automática como la traducción humana pueden contener errores derivados de una interpretación errónea del contenido original o de un error en el proceso de traducción.
Sin embargo, podemos gestionar la cantidad y la frecuencia de los errores si primero reconocemos los tipos de errores más comunes y aplicamos estrictas normas de calidad.
Sigue leyendo para obtener más información sobre los errores de traducción más frecuentes que puedes encontrar y descubre algunas de las mejores maneras de eliminarlos.
Al revisar las traducciones, es posible que encuentres dos tipos diferentes de errores: los objetivos y los subjetivos.
Los errores objetivos son incuestionables y pueden verse claramente, como los errores ortográficos o gramaticales.
Los errores subjetivos pueden dar lugar a debate entre las partes y no siempre están tan claros. Entre ellos se incluyen diferentes tipos de traducciones erróneas o aquellos casos en los que las guías de estilo no se utilizan correctamente.
Ambos tipos de errores afectarán a la calidad lingüística general del contenido y, en última instancia, a la comprensión por parte de los lectores de lo que quieres decir.
Un error de traducción se produce cuando los textos de origen y de destino no están alineados una vez realizada la traducción, y pueden cometerlo tanto las máquinas como las personas.
Los errores de traducción pueden tener consecuencias económicas, reputacionales e incluso dañinas, por lo que resulta esencial contar con protocolos de calidad rigurosos. A continuación indicamos algunos de los errores de traducción más frecuentes, tanto subjetivos como objetivos, que deben detectarse en cualquier validación de posedición de tu contenido.
La traducción errónea se produce cuando una palabra o frase se traduce de forma inexacta. Puede producirse por infinidad de motivos, como la lectura incorrecta del contenido original o la falta de conocimientos sobre el tema.
Esto puede dar lugar a confusiones, malentendidos e incluso daños, especialmente en sectores que requieren traducciones técnicas.
Las omisiones se producen cuando el traductor omite información importante durante el proceso de traducción. Esto puede provocar imprecisiones o que falten detalles, lo que podría cambiar por completo el significado del mensaje final.
Las diferencias culturales también pueden provocar errores de traducción, especialmente al traducir frases hechas, coloquialismos y expresiones. Sin una comprensión experta de los matices culturales y el contexto, una traducción puede no ser capaz de transmitir con precisión el significado deseado de un texto.
La falta de materiales de referencia, como glosarios, diccionarios y guías de estilo, también puede provocar errores de traducción. Los traductores necesitan acceder a estos recursos para garantizar la homogeneidad y coherencia de sus traducciones, especialmente cuando trabajan con empresas que utilizan una terminología determinada.
Los errores tipográficos y gramaticales pueden pasarse por alto fácilmente durante el proceso de traducción, especialmente si el traductor no es experto en una de las combinaciones de idiomas. Sin embargo, estos simples errores pueden socavar la credibilidad del texto traducido y perjudicar a la imagen y credibilidad de la marca si no se detectan antes de publicarse.
Los idiomas ocupan diferentes espacios en una página. Si no se tienen en cuenta el espaciado y la maquetación, también pueden producirse errores de traducción. En algunos idiomas, el espaciado entre palabras y oraciones puede afectar al significado del texto, mientras que una maquetación errónea puede dificultar la lectura y la comprensión del texto traducido.
En algunos idiomas, las reglas de uso de las mayúsculas son diferentes y es importante asegurarse de que el texto de destino tenga el formato adecuado. Un uso incorrecto de las mayúsculas podría cambiar el significado del texto, lo que daría lugar a confusiones e interpretaciones erróneas.
Una posedición limitada, o la ausencia de una revisión exhaustiva del texto traducido, puede dar lugar a que se pasen por alto errores, incoherencias e imprecisiones. La posedición es esencial para garantizar la calidad y precisión del texto traducido.
Por último, la ausencia de validación o de una comprobación de calidad final por parte de un hablante nativo del idioma de destino puede dar lugar a errores e imprecisiones en el texto traducido. La validación es esencial para garantizar que el contenido final sea preciso y carezca de errores antes de su publicación.
Como hemos dicho al principio, no se puede evitar el 100 % de los errores siempre, pero hay cosas que puedes hacer para reducir el número de errores de traducción en tu contenido y acercarte lo máximo posible a la perfección.
La falta de transparencia en el contenido original dificultará la obtención de una traducción de calidad perfecta. Asegúrate de escribir de forma clara y sin ambigüedades para facilitar que el traductor comprenda lo que quieres decir. Tenemos algunas sugerencias adicionales sobre cómo escribir con claridad en otra entrada del blog.
Asegúrate de que el traductor tenga acceso a todos los materiales de referencia que pueda necesitar, incluidas cualquier guía de estilo y directrices lingüísticas de la empresa que puedan afectar al registro del contenido. Asegúrate de que pueda acceder fácilmente a tu memoria de traducción y a cualquier base de datos terminológica que tengas.
Un segundo experto es, con diferencia, la mejor manera de detectar cualquier error que pueda haber en tu contenido. Los revisores pueden detectar errores en la traducción o la maquetación, y un validador nativo puede detectar cualquier error de localización.
Estos son pasos esenciales en el proceso si deseas un control de calidad de máximo nivel.
Es inevitable que aparezcan errores en el contenido si no prestamos atención, pero si trabajas con traductores, revisores y validadores profesionales puedes minimizar su impacto en tus traducciones.
Todas estas medidas garantizarán la precisión y la calidad de tus traducciones, lo que te permitirá transmitir el mensaje adecuado a tu audiencia global.
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