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Definición de la calidad de las traducciones en un mundo de contenido multilingüe

Mette Nielsen

Woman wearing glasses looking at a computer screen

Hace tiempo, la calidad de las traducciones era algo sencillo. En otra época, los anuncios advertían de lo siguiente: «No utilizar Google Translate, el proyecto requiere calidad». Y no era una excepción, era la norma. Si no confiabas en una traducción automática torpe y literal, estabas en lo correcto.

Los tiempos han cambiado. El auge de la IA, la explosión del contenido multilingüe y la creciente demanda de empresas globales implican que la calidad no es la única referencia. La calidad «adecuada» depende de a quién le preguntes. No tiene que ser necesariamente la «mejor».

Una palabra y muchos significados

En los inicios de la localización, el debate era sencillo: todo el mundo quería la máxima calidad posible. Los volúmenes eran lo suficientemente reducidos para que fuese viable.

Sin embargo, en 2025, la escala de producción de contenido multilingüe se ha disparado. En la actualidad, las empresas globales publican artículos, descripciones de producto, artículos de soporte, materiales de formación, publicaciones en redes sociales, actualizaciones de cumplimiento y campañas de marketing en docenas de mercados al mismo tiempo.

Gracias a la IA, las empresas tienen la opción de localizar contenido que, sin ella, no se traduciría. Esto representa una gran mejora en cuanto a alcance de nuevos mercados globales. Pero, como todo, no está exento de desafíos.

Muchas empresas tienen dificultades para seguir el ritmo del volumen de contenido. Los revisores humanos son el recurso que más atascos suele provocar. Por ello, las empresas deben definir las necesidades de calidad de una manera más deliberada, para que estos recursos puedan asignarse donde más se necesitan.

La verdadera pregunta es la siguiente: ¿cuál es la calidad adecuada para el fin, teniendo en cuenta las limitaciones de presupuesto y tiempo?

Calidad adecuada

Algunos contenidos, como las notas para uso interno, tienen escasa prioridad. Los equipos pueden priorizar la velocidad y los costes frente a la calidad. En estos casos, la traducción automática puede ser suficiente, pues es rápida y funcional, y tiene un bajo coste.

Sin embargo, para materiales comerciales o contenidos normativos será necesaria una posedición completa con revisión.

Entre ambos extremos, existe una amplia variedad de opciones en las que traductores y revisores humanos pueden desempeñar un mayor o menor papel.

El desafío al que se enfrentan las empresas ya no es perseguir una definición universal de calidad, sino alinear en los distintos equipos qué nivel de calidad es el adecuado para cada tipo de contenido, de modo que los recursos se dirijan allá donde tengan un mayor impacto.

Vamos a ayudarte a encontrar la calidad adecuada

No todo el contenido requiere el mismo nivel de calidad o inversión; además, con LanguageWire TMS no es necesario.

Nuestro sistema de gestión de traducciones (TMS) ofrece una amplia gama de soluciones con nuestra propia tecnología de IA, que te ofrece la escalabilidad y la flexibilidad que necesitas, agrupada y personalizada para adaptarse al fin y al público de tu contenido, así como a tu presupuesto.

Al combinar la IA con los servicios especializados, LanguageWire ofrece traducciones escalables y adecuadas para distintos tipos de contenido.